Una entrevista bomba con Tamara Dayoub, que se especializa en energía nuclear. Un tema fascinante y mucho más vasto de lo que podríamos imaginar.
Tamara es traductora pública e intérprete egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Durante 13 años formó parte de un equipo de traductores dedicados a casos de arbitraje para un reconocido tribunal internacional. Después de esa experiencia, fundó su propia empresa y ahora trabaja principalmente en el ámbito de las fuerzas de seguridad y de energía nuclear, lo cual incluye cuestiones de seguridad física, seguridad radiológica y salvaguardias en todas las etapas del ciclo de combustible nuclear para entidades argentinas e internacionales.
Al igual que otros tantos colegas entrevistados, Tamara llegó a esta especialización por casualidad. Todo comenzó con un trabajo de interpretación en el puerto de Buenos Aires, al cual se arrojó con mucha valentía porque no tenía tanta experiencia ni como intérprete ni en energía nuclear. El proyecto que la convocó se trataba del control de importaciones y exportaciones y las medidas de seguridad para evitar el contrabando de fuentes nucleares y cumplir con las normas regulatorias pertinentes. Concretamente, su trabajo era servir como intérprete entre ingenieros y científicos que venían de visita y los obreros o el personal del puerto. Así que, perdida entre grúas en la inmensidad del puerto, comenzó a transitar su camino por esta especialización tan particular, toda emponchada y de borcegos.
Como siguieron surgiendo más iniciativas de seguridad, ella fue ampliando sus conocimientos sobre el tema y su campo de trabajo porque fue sumando otros temas tales como la forénsica nuclear, capacitaciones, legislación, investigaciones, etc. Nos cuenta Tamara que Argentina es líder en energía nuclear en Latinoamérica, con lo cual no solo se capacita al personal de nuestros centros sino que también se imparten capacitaciones desde acá para afuera.
Entre los documentos que más traduce se encuentran lineamientos, estándares, guías de aplicación, manuales de equipos, protocolos o documentos sobre medicina nuclear, seguridad ambiental, y mucho más.
Como también trabaja con fuerzas de seguridad, nos cuenta anécdotas muy divertidas de su labor como intérprete en simulacros militares o entrenamientos a campo abierto, entre helicópteros y serpientes cascabel. ¡Una intrépida!
Además, durante la pandemia se sumó a la Comisión Técnico Científica del Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, y está aprovechando para retomar la escritura de artículos sobre la profesión.