Los traductores estamos siempre tratando de ampliar nuestra base de clientes. Sin embargo, dada la naturaleza de la profesión, hacer esto efectivamente supone un esfuerzo adicional. Si las personas no pueden encontrarte, no pueden contratarte. En los tiempos que corren, tener un buen marketing de nuestros servicios y una buena presencia en línea es vital.
Nuestra invitada de hoy es Elena Fernández. Elena es licenciada en traducción e interpretación de la Universidad de Granada. Es traductora jurada de inglés y ejerce como traductora autónoma hace 12 años, principalmente en las áreas de marketing y publicidad. Es fundadora de dos empresas dentro de la industria de la traducción: Trágora Traducciones, una empresa de traducción y locución donde ejerce como gestora de proyectos, y Trágora Formación, la escuela profesional de traducción e interpretación donde es directora académica de programas de formación y ofrece orientación profesional a los alumnos.
Mientras estudiaba la carrera, Elena no sabía en qué área especializarse porque todas le resultaban agradables. En ese momento se le ocurrió que creando su propia empresa no tendría que preocuparse por esto; tener una empresa le permitía traducir todo tipo de textos. No bien terminó la carrera, empezó a ver cómo podía constituir su empresa y qué le hacía falta para lograrlo. Con otras cuatro amigas se dirigieron al banco y solicitaron un préstamo para poder comprar algunos equipos informáticos e iniciar la actividad. Desde ese momento, las cinco mujeres se embarcaron en una experiencia de aprendizaje continuo. Todas estaban recién recibidas y no habían tenido ningún tipo de contacto previo con la industria.
Elena señala que hay dos cosas que no se enseñan en la universidad y que son fundamentales para poder trabajar de forma activa en la profesión. Una de ellas tiene que ver con la contabilidad, la facturación, los impuestos, la creación de empresas y la gestión de proyectos. Todos estos aspectos forman parte del ejercicio de la profesión y suelen darnos más de un dolor de cabeza cuando nos enfrentamos a ellos por primera vez. La otra área que tampoco se aborda en la universidad es el marketing, saber vender los servicios que uno ofrece y cómo encontrar clientes directos. Si bien uno puede capacitarse más adelante, sería muy bueno que las instituciones incorporaran en la enseñanza estos temas que son tan importantes para poder ejercer.
Cómo preparar el currículum vitae es otro de esos desafíos a los que se enfrentan los traductores al tratar de conseguir más clientes. Elena nos cuenta que el currículum debe modificarse de acuerdo con el tipo de trabajo que estemos buscando. Si nos postularemos para entrar a trabajar en plantilla, debemos preparar un currículum específico que nos ayude a conseguir la entrevista. Si, en cambio, queremos trabajar de manera freelance para una agencia, debemos preparar un currículum que llame la atención según la especialidad de esa agencia. Por otro lado, cuando se trata de clientes directos, lo mejor es tener una buena página web y un perfil en LinkedIn completo.
LinkedIn es una de las mejores herramientas para encontrar clientes directos y nuevas oportunidades. De hecho, según Elena, es una de las dos cosas que no le pueden faltar a un traductor. El perfil de LinkedIn y el sitio web deben estar inmaculados. Como último consejo, recomienda profundizar en conocimientos de posicionamiento SEO, ya que esto combinado con el uso del resto de las redes sociales nos ayudará a que las personas nos encuentren más rápido al hacer búsquedas en internet.