Al igual que los subtítulos, el doblaje es otro de los medios por los que se acerca a la audiencia un producto audiovisual extranjero. En el episodio de hoy, nuestro invitado de lujo es el director de doblaje Sebastián Arias, quien nos explica las particularidades del trabajo que se realiza en la sala de doblaje.
Sebastián es licenciado en audiovisión graduado en la Universidad Nacional de Lanús y es director de doblaje para televisión. Desde 2003 hasta 2018 trabajó como director de doblaje en Civisa Media y, hasta la fecha, ha dirigido más de 1500 horas de programación entre documentales, películas y series para diferentes clientes: Discovery Channel, MTV, VH1, National Geographic, Fox, Cartoon Network y Netflix, entre otros. Entre sus últimos proyectos dirigidos, que pueden verse en Netflix, están las series ReBoot, Samantha! y Black Mirror (temporadas 3 y 4).
Cuando se traduce un guion, este no necesariamente está listo para ser grabado, aun cuando su traducción sea correcta. Los textos orales tienen un montón de particularidades y de limitaciones propias de los diálogos, por lo que durante el proceso de adaptación deben tenerse en cuenta aspectos como los siguientes: sincronía, ritmo, largo de la frase, pausas, sincronía fonética, etc. Este trabajo está a cargo del adaptador o, como se conoce en España, el “ajustador”. Sin embargo, el rol del adaptador muchas veces no existe y el director, en lugar de hacer simplemente los ajustes finos, termina ocupándose de formatear el texto para que se pueda grabar.
En un mundo ideal, el equipo estaría compuesto por un traductor y un adaptador que se encarguen de proporcionar un guion listo para grabar. Por otro lado, en la sala de doblaje habría un director, un traductor que pueda asesorar ante cualquier duda y un operador técnico que se encargue del proceso de mezcla, es decir, de agregar las voces, el sonido ambiente, la música y procesar las voces en caso de ser necesario. Por último, el proceso concluiría con una etapa de control de calidad.
Pero, ¿qué pasa actualmente con todas estas personas que trabajan en pos del mismo objetivo? Sebastián afirma que existe una gran disociación y que los traductores, actores y directores trabajan por su cuenta, aislados. Existen muy pocos espacios donde estos puedan reunirse para colaborar y hacer que el proceso esté más unificado. Otro aspecto que se debe tener en cuenta es que muchos traductores no saben qué es lo que sucede en la sala de grabación y esto sin dudas se evidencia en sus traducciones.
A quienes estén interesados en traducir guiones para doblaje, Sebastián les recomienda ver mucho material doblado. Para él, “se aprende muchísimo viendo cómo se resolvieron otras cosas”. Si existiera la posibilidad, presenciar una grabación es algo que aporta muchísimo, ya que “no hay nada más iluminador que conocer la dinámica de la sala de doblaje”. Netflix y YouTube son excelentes recursos para aprender, ya que se puede acceder a una película en idioma original, doblada, con closed captions, etc. Además, en su cuenta de Instagram (seba_arias_doblaje), Sebastián publica muchos videos interesantes sobre el tema.