Nuestra invitada de hoy se desempeña en un nicho del mercado sumamente específico y en el que, además, predominan los hombres. No obstante, las personas como ella, que ayudan a derribar las barreras de los idiomas y poseen conocimientos especializados son escasas.
María Elena Aragón tiene 29 años de experiencia como traductora y ha trabajado en diversas áreas técnicas, especialmente en la minería e industrias afines. Cuenta además con mucha experiencia en el campo de la docencia universitaria: en la facultad de traducción e interpretación de la Universidad Ricardo Palma por siete años; la facultad de medicina humana de la Universidad San Martín, donde ha enseñado traducción técnica, y como profesora invitada de la sección Minas de la Universidad Católica de Perú por dos años. Es creadora, fundadora y directora de MBE Mining Business English, empresa dedicada a la traducción e interpretación técnica y a la enseñanza de traducción e interpretación especializada en ingenierías.
Cuando María Elena terminó la universidad a los 22 años, no tenía muy claro a qué rama de la traducción se quería dedicar. Incursionó brevemente en el área de la medicina, pero enseguida se dio cuenta de que no era lo que le gustaba. Luego, se le presentó la oportunidad de trabajar para la constructora Gremco, que tenía intenciones de expandir su negocio hacia una industria que está muy relacionada con la construcción: la minería. Trabajó allí durante dos años en el proyecto minero y luego fue reclutada por otra empresa. La experiencia de trabajar en las minas, conocer los socavones y descubrir una enorme cantidad de cosas nuevas hicieron que se enamorara de esta industria.
En su trabajo diario, María Elena se enfrenta a materiales para traducir muy diversos. Hay muchísimo contenido técnico sobre maquinarias, por ejemplo, que requiere el manejo de terminología especializada. Otras veces, se encuentra con material de RR. HH., lo cual es una alternativa entretenida después de estar sumergida en tanto tecnicismo. Para ella, lo fundamental es entender cómo funcionan las máquinas, cuáles son sus piezas, en qué consisten los procesos, etc. Es sumamente importante que el traductor entienda lo que está traduciendo. Si el traductor no entiende el material, no puede traducirlo de manera correcta.
María Elena destaca que existen muchos retos terminológicos en esta industria. La dificultad más grande radica en que la mayoría de los términos no aparecen en el diccionario. Esto se debe a que, con el paso del tiempo, surgen nuevas tecnologías y herramientas —y con ellas, nuevos términos, por supuesto —, y el traductor debe asumir la responsabilidad de proporcionar un término equivalente en español que aún no es conocido. A pesar de esto, la investigación a través de internet sigue siendo para ella la mejor alternativa para mantenerse actualizada. Posee una colección de diccionarios que ha ido recopilando a lo largo de su carrera, pero reconoce que hay que buscar todo el tiempo porque la terminología va cambiando y también existen diversos términos para un mismo significado según la región.
En cuanto a la minería como nicho de mercado para los traductores e intérpretes, afirma que hay muchas oportunidades laborales en países donde se desarrollan actividades mineras como Perú, Chile y Colombia. Comenta que varios de sus alumnos se han graduado y han logrado incorporarse en el sector por medio de mineras y empresas afines. Para cerrar, nos dice que, como traductor, especializarse en un área brinda un punto de apoyo y un alto nivel de seguridad y confianza en uno mismo que luego puede transmitirse en el trabajo.