Se cree que los intérpretes son personas que tienen un superpoder que les permite traducir oralmente lo que se está diciendo en un idioma desconocido para los oyentes para que estos puedan entender el discurso. Muchos traductores aspiran a formar parte de este grupo selecto, pero luego de algunos intentos fallidos, la mayoría termina decidiendo que no nació para eso. No cabe ninguna duda de que interpretar es una tarea compleja, pero ¿se necesita realmente tener un don? Maya Busqué, nuestra invitada de hoy, está convencida de que cualquier persona puede convertirse en intérprete.
Maya es licenciada en Traducción e Interpretación, traductora e intérprete jurada de inglés-castellano y tiene un máster en Interpretación de Conferencias. Desde 2001, se ha dedicado principalmente a la interpretación simultánea, consecutiva y de enlace. Ha interpretado en numerosos congresos, conferencias, ruedas de prensa, simposios, jornadas, reuniones y estudios de mercado. Se especializa en traducción médica, traducción de temas relacionados con la moda, traducción publicitaria, jurídica y de marketing, así como en textos y discursos de divulgación científica.
Ningún día en la vida de Maya es igual a otro. Al dedicarse principalmente a la interpretación, frecuentemente se encuentra en conferencias médicas, auditorias en fábricas, congresos de moda, etc. “Lo que más me gusta de mi trabajo es la sensación de aprendizaje constante, novedad, variedad y reto”. Prestar servicios de interpretación muchas veces conlleva viajar; recientemente tuvo oportunidad de ir a Creta, Grecia, a interpretar sobre esgrima. Aprovechar para recorrer los lugares y hacer turismo es un plus maravilloso de la profesión.
Existen diversos mitos en torno a la interpretación, quizás porque hay mucho desconocimiento sobre esta profesión. Para Maya, uno de los mitos más generalizados es que “los intérpretes no se hacen sino que nacen” o que deben tener un don y si no lo tienen, no pueden ser intérpretes. Ella cree firmemente que “la interpretación es una técnica que se aprende y (…) a la cual todo el mundo tiene acceso”. Reconoce que hay personas que tienen más facilidad que otras para adquirir la técnica, “pero no es imposible”.
Para demostrar esto, Maya compara aprender a interpretar con aprender a conducir un coche y tocar el piano. Cuando uno comienza a conducir no lo hace en la calle más transitada ni a la hora de mayor tránsito. Del mismo modo, un intérprete debe comenzar a adquirir la técnica poco a poco y bajo niveles de estrés tolerables. Los pianistas experimentados no comienzan tomando una partitura al azar y ejecutándola a la perfección en el primer intento. Se requiere repetición y mucha práctica con la misma partitura hasta lograr una ejecución impecable. Maya tiene la teoría de que si se tomara un discurso y se lo trabajara muchas veces hasta lograr el resultado deseado, al tomar el próximo discurso, el resultado sería muchísimo mejor que el primer intento con el primer discurso.
Lo que sucede muchas veces cuando los traductores dan sus primeros pasos en la interpretación es que se frustran fácilmente. Un traductor está constantemente buscando la perfección, el equivalente exacto y para ello realiza muchísima investigación. Muchos traductores aplican este enfoque al interpretar, pero olvidan que traducir e interpretar son cosas muy distintas. Uno de los aspectos más importantes en la interpretación es aprender a aceptar la imperfección. Se debe apuntar a la perfección pero sin perder de vista que la interpretación es una técnica eminentemente imperfecta. En ocasiones, debido a la velocidad del orador, el acento o el motivo que fuera, algunas cuestiones simplemente se escapan.
A quienes deseen empezar a interpretar, Maya les aconseja ser pacientes y practicar mucho. En la actualidad, hay muchos recursos en línea para intérpretes noveles: plataformas con discursos, redes de intérpretes que se corrigen entre ellos, etc. Es importante perseverar, prepararse muy bien y estudiar todo el material que haya disponible sobre el tema, ver videos de YouTube y armar glosarios. Se debe tomar el trabajo muy en serio y trabajar muy duro. No es fácil abrirse camino en este mercado, pero puede hacerse.