En el episodio de hoy hablamos sobre un servicio audiovisual que no es muy conocido, pero que cada vez cobra más relevancia: la audiodescripción. Si bien este servicio no está del todo relacionado con la traducción, podría decirse que ambos tienen como objetivo lograr que el contenido audiovisual llegue a más personas y pueda disfrutarse sin ninguna barrera, ni idiomática ni física. Gladys Benítez , nuestra invitada de hoy, se especializa en esta área y tiene muchísima experiencia en la redacción y grabación de guiones descriptivos.
Gladys es locutora nacional con experiencia en audiolibros, publicidad y doblaje, y se dedica a la audiodescripción hace 10 años. Estudió actuación en la escuela de Raúl Serrano y actualmente está cursando los últimos años de la carrera de Comunicación Audiovisual. Redactó audiodescripciones en español neutro para series originales de Netflix y estuvo a cargo de la supervisión de textos accesibles producidos en el ISER para programas de los canales Encuentro, Pakapaka y DeporTV. Actualmente, está dictando el primer curso de audiodescripción para el espacio TAV de AATI, dirigido principalmente a traductores interesados en el tema.
La audiodescripción es un servicio de apoyo a la comunicación que está destinado a las personas que padecen una disminución visual, así como a personas con discapacidad intelectual y adultos mayores. Su principal objetivo es aportar información para que el espectador con discapacidad visual pueda hacerse su propia historia y tener sus propias interpretaciones de lo que está escuchando. El servicio consiste en incluir descripciones narradas en los huecos de silencio y en ellos brindar a la audiencia detalles que contribuyen a la puesta en escena. Por ejemplo, se describen las acciones de los personajes, la contextura física de las personas, el espacio, algunos aspectos gestuales de los actores, etc. En ocasiones, los huecos de silencio solo duran algunos segundos, por lo que el audiodescriptor debe determinar cuáles son los detalles más relevantes que deben incluirse.
El proceso de creación de una audiodescripción comienza con una primera visualización del video y el análisis de los recursos estéticos que el director eligió para transmitir el mensaje. En general, después de hacer una primera redacción del guion, a Gladys le gusta compartir el material con personas que tengan algún tipo de discapacidad visual para ver si ellos consideran que debe agregarse o quitarse algo. En la práctica, este paso no siempre llega a concretarse por cuestiones de tiempo, sin embargo, para ella, recibir este tipo de comentarios es muy enriquecedor y hace que el resultado final sea mucho mejor. Por último, una vez que se corrige el guion y se llega a la versión definitiva, se pasa a la grabación y posterior incorporación de la audiodescripción en la banda de sonido original de la película.
Gladys cierra la entrevista con algunos consejos para quienes quieran incursionar en la audiodescripción: ver mucho cine, tratar de analizar y preguntarse el porqué de los recursos que utiliza el director (la banda sonora, el vestuario, la gestualidad de los actores, etc.) y escuchar audiodescripciones habitualmente; hay muchas disponibles en Netflix.