Se sabe que interpretar requiere una gran habilidad por parte de los intérpretes y que estos están acostumbrados a la adrenalina que supone no saber qué dirá el orador. Sin embargo, la interpretación telefónica presenta sus propias dificultades y desafíos. En este episodio, entrevistamos a Gabriel Cabrera, intérprete y responsable de calidad en una empresa que brinda servicios de interpretación telefónica.
Gabriel es licenciado en traducción e interpretación y diplomado en ciencias empresariales. Ha ostentado la vicepresidencia de la Asociación Nacional de Empresas de Traducción e Interpretación y es miembro del Comité 174 de redacción de normas ISO sobre traducción e interpretación. Además, es autor del libro Mamá, quiero ser intérprete y divulga la profesión más bonita del mundo en los Hangouts de Trágora Formación. Como responsable de la calidad de la interpretación telefónica, sus tareas principales son selección de intérpretes para servicios de urgencias, hospitales, centros de refugiados, ayuntamientos, puntos de información turística y empresas privadas.
Gabriel comenta que una de las particularidades de este tipo de interpretación es que el intérprete no ve a la persona que está interpretando ni para quién lo está haciendo. Puede recibir llamadas en cualquier momento, dentro un horario previamente acordado, y simplemente atiende la llamada, interpreta y sigue con sus tareas. Si por cualquier motivo el intérprete no pudiera atender la llamada, solo debe rechazarla para que la llamada sea redirigida a otro intérprete.
Si bien tanto los intérpretes como los traductores son conscientes del nivel de confidencialidad de la información que manejan, en el caso de la interpretación de llamadas telefónicas hay que prestar especial atención. La información que comparten los llamantes es de carácter sensible y no se debe responder llamadas si uno no se encuentra en un lugar apropiado. De igual modo, las libretas donde se toman notas deben ser destruidas ya que también pueden contener muchos datos personales.
Cuando un intérprete responde una llamada, debe tener la mente muy abierta, ya que nunca sabe de qué índole será: urgencias, solicitud de información, denuncias, etc. Siempre se les pide a los llamantes que se presenten para poder hacer la interpretación en el contexto adecuado. Muchas veces los temas sobre los que se interpreta pueden afectar emocionalmente a los intérpretes, pero, con el tiempo, estos se acostumbran a la modalidad y dejan de preocuparse por saber cuál habrá sido el desenlace de la llamada.
En cuanto al futuro de la interpretación, Gabriel comenta que actualmente se está trabajando en muchas nuevas tecnologías que permitirán un mayor acercamiento entre los traductores y los intérpretes. La interpretación a distancia y por videoconferencia ya se está usando y con muy buenos resultados. Incluso se están desarrollando consolas de interpretación que podrán conectarse a la computadora y los intérpretes podrán contar con una cabina real en sus hogares.