La tecnología avanza cada vez más rápido y las disciplinas con las que los traductores trabajan a diario tampoco son la excepción. En este contexto, capacitarse constantemente y especializarse en campos específicos es algo que todos deberíamos tener entre nuestras prioridades. En este episodio, entrevistamos a Anna Prats, directora de formación de AulaSIC.
Ella estudió biblioteconomía y documentación en la Universidad de Barcelona. Durante más de 10 años fue la responsable de la biblioteca especializada en contabilidad y auditoría de un organismo oficial. En el 1999 fundó junto a su esposo AulaSIC, una organización que tiene dos líneas de trabajo: por una parte, la gestión tecnológica de proyectos de traducción para agencias y en ocasiones para freelancers, de la que es responsable su esposo y, por la otra, la formación continua para traductores, de la que se encarga Anna.
Anna no es traductora y tampoco se dedica a ello. El contacto con la industria de la traducción le llegó a través de su marido y socio en AulaSIC, Salvador Aparicio. En la década del 90, él se dedicaba a la localización de programas informáticos y a la asistencia técnica para profesionales lingüísticos. Anna y él empezaron a notar que había una gran necesidad de formación continua en el mundo de la traducción y que la oferta en la zona era nula, por lo que decidieron montar una empresa de formación. Al principio las capacitaciones estaban más relacionadas con lo tecnológico, pero luego observaron la creciente necesidad de los traductores de especializarse en temáticas concretas y comenzaron a sumar cursos de especialización.
Si bien hace algunos años los cursos más populares en AulaSIC eran los cursos de Trados y otras herramientas de traducción asistida, Anna comenta que actualmente los cursos de traducción médica son los más solicitados. La organización está siempre buscando satisfacer la demanda de capacitación en temas para los que en general hay poca oferta. “Nosotros no pretendemos formar traductores, los traductores ya están formados (…). Lo que pretendemos es abrirles puertas a mercados que realmente les puedan ofertar trabajos de traducción”.
Ella comenta que el 50 % de sus alumnos son europeos, pero que un gran porcentaje son traductores de Estados Unidos y Latinoamérica, especialmente de Argentina. Para ella, la capacitación en línea supone dos importantes ventajas al compararse con la formación presencial tradicional: en primer lugar, los alumnos no tienen que desplazarse hasta una sede y, en segundo lugar, tampoco tienen la obligación de dedicarse al estudio en un horario específico. Pueden planificar su horario en función de su disponibilidad. Otro factor muy importante es el económico. En el pasado era muy común tener que viajar fuera de las ciudades para recibir formación. Con las nuevas tecnologías los costos de capacitarse bajaron muchísimo.
Anna cree que es muy importante que los profesionales de la lengua complementen su formación de base teniendo en cuenta los siguientes cuatro aspectos: la tecnología aplicada a la traducción; el conocimiento y manejo de gestores de documentación; la especialización en campos específicos; y las habilidades para vender sus servicios.