La formación universitaria es indispensable para poder desempeñarnos como profesionales de la lengua. Sin embargo, a estas instituciones muchas veces les cuesta seguir el ritmo de los cambios que se van produciendo. El lenguaje es uno de los elementos de la vida cotidiana que está en constante evolución y Sylvia Falchuk, nuestra invitada en este episodio, nos invita a reflexionar sobre su uso.
Ella es traductora pública de inglés, pero también se define a sí misma como capacitadora, agitadora y motivadora profesional. Apasionada de su trabajo, disfruta muchísimo de estimular e inspirar a colegas a pensar que se puede vivir y disfrutar de la profesión. Esto lo logra a través de sesiones de agitación profesional en las que aporta confianza, herramientas, consejos, experiencias y procesos para la gestión del trabajo profesional cotidiano. En 2018 finalizó la cursada de su maestría en Política Lingüística, para la que fue becada por el Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires (CTPCBA). Permanentemente asiste a congresos y capacitaciones, expone como ponente y dicta seminarios de su autoría en universidades y asociaciones profesionales.
Sylvia trabajó durante muchísimos años para el sector de la publicidad y también para la embajada de Sudáfrica y Canadá. Además, ejerció la docencia y, si bien luego se alejó, continuó su contacto con las universidades a través de los talleres y seminarios que dicta. Desde este lugar, pudo observar una gran brecha entre la enseñanza de la universidad y la realidad del mercado laboral, por lo que decidió empezar a ocupar ese lugar y ayudar a traductores recién recibidos o traductores que se alejaron de la profesión para que puedan insertarse en el mercado laboral.
Comenzó la maestría en Política Lingüística porque notaba que necesitaba un marco más teórico y científico o investigativo para todo lo que ella ya venía analizando intuitivamente. En la actualidad, la política lingüística sobre la lengua española está más en auge que nunca y esto se ve reflejado en el debate sobre el lenguaje inclusivo, la postura hegemónica de la RAE, etc. En 2013, desarrolló el seminario “El vasto territorio del español: los traductores y los intérpretes como agentes sociales de política lingüística” para mostrarles a los colegas que de cierto modo todo el tiempo estamos haciendo política lingüística y tomando decisiones. Puede que esto no sea de manera consciente, pero al regirnos por lo que establece la RAE estamos tomando una postura. En el seminario, Sylvia invita a los traductores e intérpretes a reflexionar para que estas decisiones sean más conscientes.
En lo que respecta a su admiración por María Moliner, ella nos cuenta que jamás había pensado en la mujer detrás de María Moliner, solo se había limitado a usar su diccionario durante años. Cuatro años atrás vio la obra de teatro “El diccionario”, basada en la vida y obra de María Moliner, y se dio cuenta de que ahí había una historia maravillosa. Empezó a leer e investigar sobre su vida casi de forma obsesiva. María Moliner fue una de las primeras intelectuales españolas durante la dictadura de Franco y sobrevivió en una especie de exilio interior. Se refugió en las palabras para poder soportar el franquismo. Es una historia que la conmovió mucho.
En cuanto a su visión del traductor del futuro, ella cree que si este sale de la caja o de su zona de confort, no tendrá ningún problema. Por el contrario, si se queda pensando dentro de la caja, estará “en el horno”. Señala que el panorama laboral se ha ampliado de un modo increíble. Hoy existe una cantidad infinita de posibilidades gracias a las opciones de capacitación. Ella es muy optimista, pero reconoce que en última instancia dependerá de lo que cada traductor decida para su futuro.