Recientemente se ha hecho masivo el reclamo de traductores e intérpretes que se ven perjudicados por la nueva Assembly Bill 5 (AB5) promulgada en California. En este episodio entrevistamos a Aimee Benavides, una de las tantas profesionales que está trabajando activamente para que las autoridades contemplen una exención para traductores e intérpretes.
Ella es intérprete de inglés y español nacida en Alaska. Está acreditada como intérprete judicial para el estado de California y acreditada como intérprete judicial federal. Actualmente es miembro de la junta directiva de NAJIT y vicepresidente del comité F34 de la ASTM sobre estándares en la traducción e interpretación de la industria. Se especializa en la industria de la agricultura, específicamente agronomía.
Aimee comenta que la AB5 fue pensada originalmente para proteger a trabajadores tales como choferes de Uber, cuyas condiciones laborales son relativamente precarias. Algunos de los beneficios que contempla esta ley son: contar con seguro médico, tener beneficios en caso de discapacidad o incapacidad, tiempo de vacaciones o licencia por enfermedad, etc. El problema radica en que, en su texto, la ley pretende hacer que todos los trabajadores se consideren empleados a menos que se compruebe lo contrario. Existen exenciones para algunas profesiones, como los médicos. No obstante, según la ley, los traductores e intérpretes no están exentos porque no son considerados profesionales.
La ley perjudica directamente a traductores e intérpretes porque anula la capacidad de realizar contratos por servicios aunque ambas partes estén de acuerdo en hacerlo de este modo. Esencialmente, la ley va en contra de la modalidad de trabajo freelance. Un traductor o intérprete deberá ser contratado como empleado para poder desempeñarse. Además, es probable que mucho trabajo de traducción e interpretación ya no se haga en California, dado que para el cliente será mucho más fácil trabajar con profesionales que residan en otros estados.
Si bien esta ley se aplicaría en California, no se descarta que otros estados la adopten. Por este motivo, no solo traductores e intérpretes de California han alzado la voz, sino que se ha extendido a freelancers en todo el país. Son muchas las asociaciones que se están uniendo por el bien común y que buscan devolverle a los traductores e intérpretes la capacidad de ser contratistas independientes.
Para apoyar este reclamo, Aimee sugiere expresar nuestra opinión en Twitter para que llegue a los representantes indicados. Muchos colegas han enviado cartas a los legisladores, pero este método ha demostrado ser poco eficaz porque muchas veces son ignoradas. En cambio, el reclamo a través de las redes sociales no puede ocultarse. Quienes quieran obtener más información pueden hacerlo en los siguientes sitio web:
Página web de CoPTIC:
Grupo de Facebook “Freelancers against AB5”